¿para qué llamar
caminos
A los surcos del azar?
Todo el que camina anda,
Como Jesús, sobre el
mar,
A quien nos justifica nuestra desconfianza
Llamamos enemigo, ladrón de una esperanza.
Jamás perdona el necio si ve la
nuez vacía
Que dió a cascar al diente de la sabiduría.