Recuerda que recogeremos, infaliblemente, aquello que hemos sembrado.
Si estamos sufriendo, es porque recogemos los
frutos amargos
de los errores que hemos sembrado en el pasado.
Permanece alerta en lo que se refiere al momento presente.
Planta ahora semillas de optimismo y de amor,
para recoger mañana frutos de alegría y
felicidad.
Cada uno recoge, exactamente, lo que sembró.