La poesía que aprendí.
Tengo a mi abuela Pilar en mi mente, sentada en la puerta de la casa, de pupitre unas fuelles, una hoja de papel de estraza, goma de borrar y un lapicero, a su lado mi prima LIDIA y YO, ella ya anciana y nosotros con seis o siete años.
Ella se esforzaba en aprender y nosotros en enseñarle a leer y escribir, de lo cual nosotros también sabíamos muy poquito.
Ella en cambio sabía de poemas maravillosos, me vestía muy de mañana y a la entrada de la cuadra y el gallinero, ella instalaba una mesita y en ella depositaba con mimo, las migas y sobras de la cena de la noche, y un par de puñaitos de cebada "cebá" para los erraeños.
En el exterior de la casa frio y dos palmos de nieve, las gallinas encerradas para que no pudieran salir.
En la puerta de entrada a la cuadra y el gallinero, había un pequeño ventanillo, el sol penetraba con fuerza, belleza y esplendor, con sus rayos brillantes, al poco rato los pajarillos se introducían por el ventanillo, se posaban en la mesita y picoteaban las migas dejadas por mi abuela, y cantaban dulces trinos.
De esta manera aprendí yo POESIA, POESIA eres tú abuela mía.
Tú, la nieve, el Sol, tú mesita, las miguitas.
Los pajarillos dicen que tú abuela eres, la más bella de las POESIAS.
Poema dedicado especialmente a XAVI, JESUS Y LOS TOPOS, os esperamos con cariño.
Sergiete.
Tengo a mi abuela Pilar en mi mente, sentada en la puerta de la casa, de pupitre unas fuelles, una hoja de papel de estraza, goma de borrar y un lapicero, a su lado mi prima LIDIA y YO, ella ya anciana y nosotros con seis o siete años.
Ella se esforzaba en aprender y nosotros en enseñarle a leer y escribir, de lo cual nosotros también sabíamos muy poquito.
Ella en cambio sabía de poemas maravillosos, me vestía muy de mañana y a la entrada de la cuadra y el gallinero, ella instalaba una mesita y en ella depositaba con mimo, las migas y sobras de la cena de la noche, y un par de puñaitos de cebada "cebá" para los erraeños.
En el exterior de la casa frio y dos palmos de nieve, las gallinas encerradas para que no pudieran salir.
En la puerta de entrada a la cuadra y el gallinero, había un pequeño ventanillo, el sol penetraba con fuerza, belleza y esplendor, con sus rayos brillantes, al poco rato los pajarillos se introducían por el ventanillo, se posaban en la mesita y picoteaban las migas dejadas por mi abuela, y cantaban dulces trinos.
De esta manera aprendí yo POESIA, POESIA eres tú abuela mía.
Tú, la nieve, el Sol, tú mesita, las miguitas.
Los pajarillos dicen que tú abuela eres, la más bella de las POESIAS.
Poema dedicado especialmente a XAVI, JESUS Y LOS TOPOS, os esperamos con cariño.
Sergiete.