FIESTA DE LA RUBIA (Descripción del año 1735)
Se lo dedico a mis primos los Tejeros y a todos los de Rada.
Francisco Javier Pinedo, cura de la parroquial de La Asunción, por el año 1735 describe así como se celebraba las fiestas en honor a la Virgen de la Rubia :
"Que el dicho capellán o capellanes, que por tiempo fueren de dicha capellanía, y cada uno en el suyo ha de tener precisa obligación todos los días de fiesta que manda guardar Ntra. Santa Madre Iglesia en cada un año, con más el día de San Antonio, Abad, que es a diez y siete de enero, y el día seis de mayo, que en dicho lugar se celebra de Ntra. Sra. De la Rubia; o en el día que esta fuere, y se celebrare, de decir, o hacer decir indispensablemente en dicha parroquial la misa primera para que los vecinos de dicho lugar la puedan oír, media hora salido el sol, en todos tiempos, cuya intención le dejo libre al dicho capellán, y por lo respectivo a las dos misas de los días de Santo Antonio Abad, y Ntra. Sra. De la Rubia, le señalo por cada una cinco reales de vellón que cobrará en la misma forma que queda dicho. Con advertencia que si el dicho día seis de mayo, por algún motivo sea llevando gasto los mayordomos, o no llevando, se transfiere la función a otro día de fiesta, o ferial, ha de tener obligación dicho capellán a decir la misa primera el día que cumpla, y a la dicha hora, por que los curas van a decirla al lugar de Carrascosa, al altar de Ntra. Sra. De la Rubia, y con esta ocasión muchos viejos e impedidos suelen quedarse sin misa en dicho lugar, y mi intención es de que no le falte en aquel día, por serlo de gran devoción en dicho lugar.
Este cura tuvo su casa en lo que hoy es el Ayuntamiento o "Casa Grande", y de su relato se desprende que tenía gran cariño al pueblo y a la virgen.
Saludos a todos.
Jesús.
Se lo dedico a mis primos los Tejeros y a todos los de Rada.
Francisco Javier Pinedo, cura de la parroquial de La Asunción, por el año 1735 describe así como se celebraba las fiestas en honor a la Virgen de la Rubia :
"Que el dicho capellán o capellanes, que por tiempo fueren de dicha capellanía, y cada uno en el suyo ha de tener precisa obligación todos los días de fiesta que manda guardar Ntra. Santa Madre Iglesia en cada un año, con más el día de San Antonio, Abad, que es a diez y siete de enero, y el día seis de mayo, que en dicho lugar se celebra de Ntra. Sra. De la Rubia; o en el día que esta fuere, y se celebrare, de decir, o hacer decir indispensablemente en dicha parroquial la misa primera para que los vecinos de dicho lugar la puedan oír, media hora salido el sol, en todos tiempos, cuya intención le dejo libre al dicho capellán, y por lo respectivo a las dos misas de los días de Santo Antonio Abad, y Ntra. Sra. De la Rubia, le señalo por cada una cinco reales de vellón que cobrará en la misma forma que queda dicho. Con advertencia que si el dicho día seis de mayo, por algún motivo sea llevando gasto los mayordomos, o no llevando, se transfiere la función a otro día de fiesta, o ferial, ha de tener obligación dicho capellán a decir la misa primera el día que cumpla, y a la dicha hora, por que los curas van a decirla al lugar de Carrascosa, al altar de Ntra. Sra. De la Rubia, y con esta ocasión muchos viejos e impedidos suelen quedarse sin misa en dicho lugar, y mi intención es de que no le falte en aquel día, por serlo de gran devoción en dicho lugar.
Este cura tuvo su casa en lo que hoy es el Ayuntamiento o "Casa Grande", y de su relato se desprende que tenía gran cariño al pueblo y a la virgen.
Saludos a todos.
Jesús.