CONTARES DE PUERTAS VIEJAS (IGLESIA)II
Qué tristeza os debe entrar, cuándo el otoño se apodera de parte de vuestra alma, para entrar en esa melancolía de recuerdos que hay sumergidos en vuestras grietas y soportáis el invierno, rebuscando los amores que en tiempos de hastío o primaverales, se os han metido tan dentro.
En el silencio de la noche miráis hacia el universo, a veces encontráis
Noches oscuras que parecen cómplices de vuestras pequeñas tristezas , en otras encontráis luceros y estrellas en donde tantos poetas se han inspirado para hacer poesías simplemente bellas.
Más que nadie conocéis las voces de los pastores de vuestros aledaños, o de los ladridos de los perros que sin mencionar su nombre sois capaces de identificarlos.
Tampoco os importan excrementos de palomas, pájaros o vencejos, o el zumbido de las abejas, a todos los recogéis con mimo porque no queréis perderlo.
Cuánto os gustaría unir a todas las generaciones que habéis vivido, para decirles como ha evolucionado la vida, las maneras, las costumbres y luego dar las pequeñas gracias, porque os han hecho tan fuertes, que habéis podido soportar las quemaduras del sol, los hielos del crudo invierno que después de haber hurgado en vuestro interior han manifestado un sudor lleno de encantamientos
Y por fin contarle al mundo, que la vida por mucho que hayáis durado, al final se acaba. Seguro que vuestras memorias , siempre se conservarán en el corazón de RADA.
PARA MI PUEBLO
JOSE LUIS.
Qué tristeza os debe entrar, cuándo el otoño se apodera de parte de vuestra alma, para entrar en esa melancolía de recuerdos que hay sumergidos en vuestras grietas y soportáis el invierno, rebuscando los amores que en tiempos de hastío o primaverales, se os han metido tan dentro.
En el silencio de la noche miráis hacia el universo, a veces encontráis
Noches oscuras que parecen cómplices de vuestras pequeñas tristezas , en otras encontráis luceros y estrellas en donde tantos poetas se han inspirado para hacer poesías simplemente bellas.
Más que nadie conocéis las voces de los pastores de vuestros aledaños, o de los ladridos de los perros que sin mencionar su nombre sois capaces de identificarlos.
Tampoco os importan excrementos de palomas, pájaros o vencejos, o el zumbido de las abejas, a todos los recogéis con mimo porque no queréis perderlo.
Cuánto os gustaría unir a todas las generaciones que habéis vivido, para decirles como ha evolucionado la vida, las maneras, las costumbres y luego dar las pequeñas gracias, porque os han hecho tan fuertes, que habéis podido soportar las quemaduras del sol, los hielos del crudo invierno que después de haber hurgado en vuestro interior han manifestado un sudor lleno de encantamientos
Y por fin contarle al mundo, que la vida por mucho que hayáis durado, al final se acaba. Seguro que vuestras memorias , siempre se conservarán en el corazón de RADA.
PARA MI PUEBLO
JOSE LUIS.