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RADA DE HARO: A DESHORAS....

A DESHORAS.

Esta tarde de Otoño
con el sol aún brillando en el gris cielo
y el ruido cercano de un corta césped,
cansado de leer a aquellos
que publican
y a los que ganan premios,
establezco un alto en mi camino
y analizo este último trienio.

De las antiguas rimas
he pasado a los cortos sonetos y de los versos antaño familiares
-raíces de mi enebro-
a imaginar historias que en mi mente
la araña fue tejiendo:
como racimos colgados de las vides
en busca del aguacero.

Y aunque aún sigo escribiendo en negro,
-la muerte es compañera y temido veneno-
me dispenso en colores mas alegres:
los rojos de las rosas, los azules del cielo,
y cambio los pelos a las ratas y las alas del cuervo
por el trinar armonioso de un jilguero
que a través del cristal de mi ventana
cada tarde saluda mi regreso.

Alargo y alargo las estrofas,
busco nuevos senderos,
y si el camino no guijarros
me acerco al río a recogerlos,
para tener un motivo, una razón, un credo,
que inspire mi intelecto,
o le pongo un lago que no existe
el trozo roto de un espejo.
Yen puro espejismos se iluminan
estos ojos pequeños
que siempre me acompañan,
plegados, medio ciegos,
y ven cosas que no existen,
y me hacen creer que no las veo,
y adulteran los hechos irreales
como nuevos sucesos.

Punto y seguido poeta del camino,
inventa nuevos sueños,
extrae de la caja de Pandora,
la chistera, el conejo,
y deja de contarle a esos lectores,
que acaso aún no nacieron,
historias cotidianas y precisas
que tú fuiste viviendo,
y que son pasado refugiado
en el mar de los tiempos.

El Poeta.