Muchas gracias a todos por el cariño y respeto que me habéis mostrado durante estos días. El mismo cariño y respeto con el que yo ahora acepto esta derrota. Estoy tremendamente triste, no puedo negarlo. Se que podía haber aportado mucho a nuestro
pueblo y ese es el único motivo que me llevó a emprender esta loca aventura. En el
camino dejo mucho trabajo, muchos quebraderos de cabeza y muchas preocupaciones, podéis creerme; mías y de mi
familia. A ellos, un millón de gracias y de besos, por su ilusión
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