Parque Arqueológico de Segóbriga Segóbriga es una antigua ciudad
romana cerca de
Saelices, en la provincia de
Cuenca en
España. Es posiblemente uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Meseta española.
El nombre Segóbriga deriva de dos palabras: "Sego" que significa victoria y "briga" que significa ciudad fortaleza. [1] La traducción sería "Ciudad de la Victoria" o "Ciudad Victoriosa".
El sitio incluye un anfiteatro, un
teatro, las
murallas y
puertas de la ciudad, dos
edificios termales o baños
romanos y el
Foro. También hay una necrópolis, y se está excavando el
circo (pista de carreras romana), cuyo contorno se puede ver desde la cima de la colina. An
Anfiteatro de Segóbriga
El anfiteatro se construyó frente al teatro, ambos flanqueando las puertas de la ciudad. La forma es una forma elíptica irregular; con 75 metros de largo [3] es el
monumento más grande de Segóbriga con capacidad para 5.500 espectadores. Dos puertas conducen a la arena del anfiteatro. Un corredor cubierto une estas puertas con las habitaciones donde se guardaban los animales salvajes. Teatro
La construcción del teatro comenzó bajo el emperador Tiberio y se completó durante la dinastía Flavia, alrededor del año 79 d. C. El aula basilical: En tiempos de Vespasiano se levantó un gran
edificio frente al foro, destinado a las transacciones comerciales del lapis specularis. Para su emplazamiento fue elegido un lugar bien comunicado en pleno centro de la ciudad y con acceso directo desde la
calle principal, a través de una gran escalinata, hoy perdida. Era de tres naves, sostenidas por 10
columnas corintias. La nave central, más ancha, terminaba en un gran
ábside al que se accedía por tres escalones, donde se cerraban las operaciones de venta del “cristal”. En época visigoda y altomedieval el edificio tuvo un uso privado, alejado ya de su primera función. Las evidencias arqueológicas indican que sirvió para encerrar
ganado, tal y como prueban dos sillares vaciados en forma de
pilas para
abrevaderos. El teatro
Uno de los
monumentos más sobresalientes de Segobriga es el Teatro, aunque es uno de los más pequeños de Hispania. Su construcción debió iniciarse en época de Tiberio y se inauguró en tiempos del emperador Vespasiano, hacia el año 78 de nuestra era. Una gran inscripción
monumental aparecida entre las
ruinas del teatro así lo confirma, de la que se conservan algunos fragmentos que hoy pueden verse en el edificio.
El graderío o cavea, bien conservado, se dividía en tres partes, separadas por corredores para diferenciar por clases a sus habitantes. La parte superior se apoyaba en la
muralla sobre un corredor abovedado bajo el que corría una calle.
Conserva la orchestra, de planta semicircular, con tres escalones para las autoridades y espacio donde se colocaban los músicos. La scaena o escenario, destinado a las actuaciones, era de madera sobre sobre pilares de
piedra, tras el que se alzaba una escena monumental decorada con columnas y
esculturas de mármol, presididas por la diosa Roma. Las
termas del teatro
Se sitúan entre el teatro y una calle este-oeste, junto a la muralla norte, ocupando un área de 350 m². Se construyeron en la segunda mitad del siglo I a. C.
Conservan la sala para cambiarse de ropa con sus taquillas, una sauna seca circular, donde existió una
pila para refrescarse con
agua fría, y una sala con bañera de agua caliente, que tenía bajo ella una cámara subterránea o hypocaustum por donde circulaba el aire caliente procedente de un
horno. Junto a la
puerta de la Muralla estaban las letrinas, cuyo canalillo desaguaba al exterior. La
casa del procurador minero
Una inscripción en lengua griega dedicada a Zeus Megistos por Caius Iulius Silvanus, hallada en las excavaciones realizadas en las termas monumentales de Segobriga, documenta la presencia de este funcionario estatal en la ciudad donde tuvo una casa, aunque la fecha del texto de inicios del siglo III d. C. no permite vincularlo con el control de las explotaciones mineras del lapis specularis, pues en ese momento habría cesado ya su producción para la exportación.
Silvano construyó su vivienda junto a las termas monumentales. Conocemos, hasta el momento, tres estancias de su lujosa casa. La estancia 1 tuvo un carácter religioso y allí debió situarse el
altar dedicado a Zeus Megistos. En la estancia 2 se halló parte de un
mosaico de teselas blancas y negras, que decoró su pavimento y cuyo original se exhibe en el Centro de Interpretación. La estancia 3 conserva un gran banco corrido adosado a uno de los muros, que quizás formó parte de una cocina. El anfiteatro
Construido en época de Vespasiano frente al Teatro, ambos edificios flanqueaban la entrada principal a la ciudad. Presenta forma elíptica irregular, de 75 m de largo. En él pudieron sentarse 5.500 espectadores. Su lado sur está parcialmente excavado en la
roca, mientras que el norte se levantó desde el suelo con grandes muros de cantería, hasta más de 18 metros de altura.
La arena, a la que se accede por dos grandes puertas, está separada del graderío por un alto podium para mayor seguridad del público asistente. Un pasillo cubierto unía las puertas y enlazaba las habitaciones para las fieras destinadas a espectáculos. El graderío quedaba dividido en doce sectores por
escaleras transversales que comunicaban con las puertas exteriores, para el acomodo y desalojo de los espectadores. Al igual que en el teatro, el graderío también quedaba dividido horizontalmente por un muro, denominado balteus, que dividía a los espectadores según su clase social. Los asientos de la parte inferior eran de piedra mientras que los de la parte superior eran de madera.