¡Ay, por favor! ¡Pobrecito El Boyuyo! Que es un santo y va a misa todos los domingos y fiestas de guardar. Pero durante los dias de precampaña, campaña y fiesta del cerro bien que ha ido por ahí poniendo a parir a los que no son de su cuerda. Insultando a todo el que está en el otro bando. Desacreditando a los demás y contando mentiras. Que es otro de los que le gustaria que por las mañanas saliera el sol para él solo. Y como toda su camarilla poniendo malas caras y retirando la palabra a los que no votan a su partido. Querido Antoñito, que sepas que yo fui el primero que me levanté a trabajar al dia de siguiente de vuestra victoria como creo que tambien os levantasteis todos los demas. Bueno, todos, todos, tampoco; porque la alcaldesa, el trapecista, el padre de la teniente alcaldesa y todos los que sois igual ya teneis la vida solucionada y nos podéis mirar por encima del hombro.