En el interior de una de las
capillas se encuentra una hermosa
cruz de alabastro, con cerca de tres metros de altura, es una joya escultórica de finales del siglo xv, realizada en alabastro con una clara influencia en el tallado de sus relieves y figuras del estilo
gótico-flamenco. El programa iconográfico que rodea a toda la cruz es muy variado, destacando los
santos apóstoles con sus atributos iconográficos. La cruz se remata con las imágenes de
Cristo crucificado y la
Virgen con niño en el otro lado de la cruz (sorprende ver a una Virgen en lo alto de la cruz), todo ello acompañado por angelitos. Se desconoce el autor, aunque pudo ser algún maestro flamenco de los que trabajó en la
catedral de
Cuenca a finales del siglo xv. Originalmente estuvo en la
ermita de
San Roque, situada en las afueras de
San Clemente, ya que se trataba de una cruz de término, que marcaba la salida y la entrada a la villa.