Soy otro hijo más del pueblo. Hace bastantes años que no resido en el, y sigo sintiendo Santa María como mi casa. Todos quieren ver la paja en el ojo ajeo. Algunos que viven dentro dicen que los que viven fuera no deben hablar, algunos que viven fuera se ahuecan pensando que el pueblo lo mantienen ellos, etc.
A mi juicio ambos se equivocan, el pueblo lo mantenemos todos, y a la hora de hablar debemos opinar todos. Para evitar confusiones aclararé los terminos mantener y opinar.
Mantener: Todos participamos en nuestra medida de que el pueblo sobreviva, pero claro está que lo que allí hacen su vida a diario tienen un peso muchísimo mayor, y además son los que con sus impuestos mantienen el pueblo vivo, limpio, habitable, y mantienen abiertos esos negocios que nos permiten ir los fines de semana. Los que vivimos fuera necesitamos de esos negocios, y viceversa.
Opinar: Está claro que todos debemos ser libres en expresar nuestra convicciones; pero no confundamos dar opniones, con imponer las mismas, ya sea con manifestaciones, propaganda, etc.
Opinar no es protestar, ni imponer, ni molestar, ni pedir, ni incordiar etc.
Por favor no confundan lo sucedido como un enfrentamiento entre la gente que vive fuera y la dentro. Es un enfrentamiento entre ese grupo de gente y los demás. Lo que lamento es que se llamen y se enogullezcan de ser los forasteros, porque yo, por muchos años que pase fuera, y le pese a quien le pese, siempre seré del pueblo, y con un inmenso orgullo de serlo. Nadie confunda una mala expresion de verguenza por lo que veo y leo, con el orgullo que sentimos todos con nuestro pueblo, que además será el de nuestros hijos.
A mi juicio ambos se equivocan, el pueblo lo mantenemos todos, y a la hora de hablar debemos opinar todos. Para evitar confusiones aclararé los terminos mantener y opinar.
Mantener: Todos participamos en nuestra medida de que el pueblo sobreviva, pero claro está que lo que allí hacen su vida a diario tienen un peso muchísimo mayor, y además son los que con sus impuestos mantienen el pueblo vivo, limpio, habitable, y mantienen abiertos esos negocios que nos permiten ir los fines de semana. Los que vivimos fuera necesitamos de esos negocios, y viceversa.
Opinar: Está claro que todos debemos ser libres en expresar nuestra convicciones; pero no confundamos dar opniones, con imponer las mismas, ya sea con manifestaciones, propaganda, etc.
Opinar no es protestar, ni imponer, ni molestar, ni pedir, ni incordiar etc.
Por favor no confundan lo sucedido como un enfrentamiento entre la gente que vive fuera y la dentro. Es un enfrentamiento entre ese grupo de gente y los demás. Lo que lamento es que se llamen y se enogullezcan de ser los forasteros, porque yo, por muchos años que pase fuera, y le pese a quien le pese, siempre seré del pueblo, y con un inmenso orgullo de serlo. Nadie confunda una mala expresion de verguenza por lo que veo y leo, con el orgullo que sentimos todos con nuestro pueblo, que además será el de nuestros hijos.