Hace casi 15 años, cuando yo aún vivía en Tarancón, alguien de allí me dijo que en pocos años la población se duplicaría, porque estaba muy bien comunicada, etc etc, es decir, la misma historia de siempre. Aunque yo viví hasta los 18 años allí aquella afirmación me parecía un poco fanfarrona. Hoy, 15 años después me doy cuenta que el "orgullo" de los taranconeros no ha servido para levantar el pueblo. Me parece que sólo sale a relucir para fundar peñas en las fiestas y poco más. Menos mal que Juan Carlos de la Ossa se marchó y ahora nos da una alegría a los que vivimos en el "exilio".