Una iluminada ultracatólica suelta las injurias y las denuncias y se queda tan pancha. Mira los genes. Que no te engañe la religión, querida. Nada es como lo cuentas y al final tus mentiras tendrán, según tu religión, castigo. Las llamas del infierno de los ultramontanos, intransigentes y beatos. Falsa solidaridad. Habría que ver como llevas lo de los chicos de te traes.
Un beso a Torrubia de
Campo, el mejor
pueblo del mundo.