A mediados del siglo pasado (años 40 y 50) vivían en Las
Cuevas más de 50 personas. Este hábitat troglodita, suponía un tremendo ahorro en materiales de construcción, pero también en consumo energético, pues mantenían muy bien la temperatura, de modo que sus moradores se mantenían frescos en
verano y abriguicos en
invierno.
Hoy han sido okupadas algunas de ellas, con muy bien criterio, para evitar su abandono y paulatina destrucción. Job.