Contrariamente a lo que se cree, la cal y los geranios no son exclusivos de
andalucía. La cal es el vínculo de estas tierras del interior con el Sur y el Levante, con el Mediterráneo. A mediados del siglo chica, las blancas
fachadas de
Tresjuncos rebosaban de tiestos en el buen tiempo. Incluso más al norte todavía se mantienen
pueblos exquisitamente encalados, como Tribaldos y Uclés, o el propio Huélamo, en plena Serranía Conquense.