Veo que me sigue de cerca. He conocido obsesiones, envidias y complejos... Pero he de reconocer que jamás he conocido un caso tan grave como el suyo. Me tiene estupefacto y con el pelo erizado de vergüenza ajena.
¿Cómo quiere que le lleve a los tribunales, si no tiene agallas para firmar con nombres y apellidos? Si es tan ruin que tira la piedra y esconde la mano. Le aseguro que aunque tuviera motivos, no lo haría... Todo el tiempo que emplee con usted es tiempo perdido.
Ni yo, ni creo que mi padre, conocemos el odio. Esos obscuros sentimientos quedan para los de su calaña. No odio a nadie, ni mucho menos a un partido político... Ni soy político, ni vivo de ello... Afortunadamente no tengo que criticar a nadie ni tampoco alabarle para comer.
Domicio no odia a nadie, pero USTED Sí ODIA A DOMICIO, de lo contrario no se arriesgaría a hacer el ridículo como lo está haciendo, para intentar desacreditarle. Lo suyo es una verdadera obsesión y debería ponerse en manos de especialistas.
Dice que mi padre necesita el ayuntamiento para sobrevivir. ¡Se me descoyuntan las quijadas! Nos hemos forrado: con lo que hemos ganado las próximas erecciones compraremos su voto, porque su alma da la sensación de que ya fue puesta en pública almoneda.
Por cierto, para una frasecilla que se sabe en latín... ¡el juego que le está dando!
¿Cómo quiere que le lleve a los tribunales, si no tiene agallas para firmar con nombres y apellidos? Si es tan ruin que tira la piedra y esconde la mano. Le aseguro que aunque tuviera motivos, no lo haría... Todo el tiempo que emplee con usted es tiempo perdido.
Ni yo, ni creo que mi padre, conocemos el odio. Esos obscuros sentimientos quedan para los de su calaña. No odio a nadie, ni mucho menos a un partido político... Ni soy político, ni vivo de ello... Afortunadamente no tengo que criticar a nadie ni tampoco alabarle para comer.
Domicio no odia a nadie, pero USTED Sí ODIA A DOMICIO, de lo contrario no se arriesgaría a hacer el ridículo como lo está haciendo, para intentar desacreditarle. Lo suyo es una verdadera obsesión y debería ponerse en manos de especialistas.
Dice que mi padre necesita el ayuntamiento para sobrevivir. ¡Se me descoyuntan las quijadas! Nos hemos forrado: con lo que hemos ganado las próximas erecciones compraremos su voto, porque su alma da la sensación de que ya fue puesta en pública almoneda.
Por cierto, para una frasecilla que se sabe en latín... ¡el juego que le está dando!