La piedra cilíndrica para moler aceitunas es un ingenio que data del siglo y antes de nuestra era. Lucio Julio Moderato Columela fue el primero en hacer referencia a este invento en su obra De Re Rustica, escrita alrededor del año 50 después de nuestra era.
La novedad que supuso fue la posibilidad de moler sin romper el hueso. Su funcionamiento no era muy diferente de aquel de un molino harinero.
La mola o muela se disponía de manera vertical sobre una plataforma o basamento, dentro de cuyo perímetro daba vueltas. El orificio central de la mola era atravesado por un vástago, fijado por su otro extremo a un eje vertical de rotación, que partía del centro de la plataforma o basmento. Un borrico grande o una mula proporcionaban la fuerza que ponía el mecanismo en funcionamieno.
Esta piedra, de más de 300 años de antigüedad procede de la vieja almazara de Pedro María Moya. Dejó de usarse a mediados del siglo pasado, por lo que puede decirse que las técnicas de obtención de aceite en Tresjuncos no cambiaron en casi 2.000 años. Lo mismo podría decirse de la harina, miel, etc...
La novedad que supuso fue la posibilidad de moler sin romper el hueso. Su funcionamiento no era muy diferente de aquel de un molino harinero.
La mola o muela se disponía de manera vertical sobre una plataforma o basamento, dentro de cuyo perímetro daba vueltas. El orificio central de la mola era atravesado por un vástago, fijado por su otro extremo a un eje vertical de rotación, que partía del centro de la plataforma o basmento. Un borrico grande o una mula proporcionaban la fuerza que ponía el mecanismo en funcionamieno.
Esta piedra, de más de 300 años de antigüedad procede de la vieja almazara de Pedro María Moya. Dejó de usarse a mediados del siglo pasado, por lo que puede decirse que las técnicas de obtención de aceite en Tresjuncos no cambiaron en casi 2.000 años. Lo mismo podría decirse de la harina, miel, etc...