Todavía se pueden ver las huellas que dejaron las garras de Julián Collado Gómez en la pared rocosa, cuando estando a punto de coronar la cumbre, se desprendió una piedra y resbaló, deslizándose por la pendiente, bajo una lluvia de cantos (pequeños y algúno mediano). Afortunadamente no sufrió lesión alguna, y sólo se rompió la correa de Francisco "Espinte", a la cual intentó Zoco asirse.