La leyenda poco se puede ampliar, aunque sí la historia verdadera:
La Atalaya, fue un núcleo de resistencia cristiana en tierra de moros. Los grupúsculos cristianos de la comarca se refugiaban en este recóndito lugar, donde celebraban culto, y desde el cual podían detectar fácilmente las incursiones de sus adversarios, debido a las amplias panorámicas que se disfrutan hacia el Sur.
Hasta mediados del siglo XIII estas fueron tierras de litigio, por lo que la población mozárabe (cristiana) tuvo que adaptarse a tiempos de guerra, refugiándose en abruptos parajes, desde los que vigilar y donde rendir culto sin ser descubiertos.
Job.
La Atalaya, fue un núcleo de resistencia cristiana en tierra de moros. Los grupúsculos cristianos de la comarca se refugiaban en este recóndito lugar, donde celebraban culto, y desde el cual podían detectar fácilmente las incursiones de sus adversarios, debido a las amplias panorámicas que se disfrutan hacia el Sur.
Hasta mediados del siglo XIII estas fueron tierras de litigio, por lo que la población mozárabe (cristiana) tuvo que adaptarse a tiempos de guerra, refugiándose en abruptos parajes, desde los que vigilar y donde rendir culto sin ser descubiertos.
Job.