Paisano, cuando preguntas es que no te has quedado nunca con ninguna de ellas. Te invitaría a que te quedeses un año con las cuatro, verías cómo, casi sin mover un dedo, podrías comprarte, con las ganancias, por lo menos veinte almudes. Y... Añito tras añito...
¡Inténtalo!.
¡Inténtalo!.