Calle Rayana. Es una de las más empinadas del pueblo. Por ella bajaban, en tiempos, las caballerías para beber en el Pilar. Hoy la mayoría de las viviendas se encuentran cerradas y tan solo se ve bullicio en ella en la época estival, cuando sus dueños vulven a ellas por vacaciones. Por cierto, habría que venir un poco más por el pueblo.