Para Moro: ¡Me mondo! Me alegra saber que en Tresjuncos hay gente con semejante ingenio y sentido del humor.
Al hilo de lo que señala El Mochuelo:
¿Por qué llaman ATC a un CEMENTERIO NUCLEAR? Perplejo se queda uno al ver lo que ciertos ayuntamientos son capaces de hacer con su pueblo y su comarca...
No sé si recordaréis el debate de la fábrica de vermiculita que pretendía instalarse en Tresjuncos: esta semana un ex-trabajador de los astilleros de Cartagena, paciente terminal afectado de cáncer de pleura, ha demandado a un puñado de empresas estadounidenses por encomendarle tareas de alto riesgo (contacto prolongado con el amianto). No sabemos si ganará el juicio, pero la ciencia y la razón están de su parte. Decenas de miles de enfermos crónicos por la misma causa de todo el país podrían tomar la misma iniciativa. Por desgracia, para algunos trabajadores de Uralita, ya es demasiado tarde.
En cuanto a los residuos nucleares: Castilla La Mancha produce con energías renovables más del 70 % de la energía que gasta. La mayor parte de la energía de fuentes no renovables es consumida por las comunidades vecinas, pues CLM es prácticamente autosuficiente desde el punto de vista energético.
Toda la mierda que no quiere Madrid acaba en Guadalajara o en Cuenca. Ha sido destrozada la Sierra Jarameña, hoy prácticamente irreconocible tras la instalación del parque eólico de Hontanaya-Villamayor-Puebla, y todo para que Gallardón pueda lucir su fastuosa iluminación Navideña, que para colmo de estupidez acudimos a admirar como subnormales.
Este caramelo envenenado que se ofrece a ayuntamientos sin escrúpulos, no lo quieren el 99,9 % de los municipios españoles. Si los residuos nucleares fueran rentables y seguros, os aseguro que el Rey y Zapatero, tendrían sendos cementerios radiactivos en los palacios de La Zarzuela y La Moncloa.
Al hilo de lo que señala El Mochuelo:
¿Por qué llaman ATC a un CEMENTERIO NUCLEAR? Perplejo se queda uno al ver lo que ciertos ayuntamientos son capaces de hacer con su pueblo y su comarca...
No sé si recordaréis el debate de la fábrica de vermiculita que pretendía instalarse en Tresjuncos: esta semana un ex-trabajador de los astilleros de Cartagena, paciente terminal afectado de cáncer de pleura, ha demandado a un puñado de empresas estadounidenses por encomendarle tareas de alto riesgo (contacto prolongado con el amianto). No sabemos si ganará el juicio, pero la ciencia y la razón están de su parte. Decenas de miles de enfermos crónicos por la misma causa de todo el país podrían tomar la misma iniciativa. Por desgracia, para algunos trabajadores de Uralita, ya es demasiado tarde.
En cuanto a los residuos nucleares: Castilla La Mancha produce con energías renovables más del 70 % de la energía que gasta. La mayor parte de la energía de fuentes no renovables es consumida por las comunidades vecinas, pues CLM es prácticamente autosuficiente desde el punto de vista energético.
Toda la mierda que no quiere Madrid acaba en Guadalajara o en Cuenca. Ha sido destrozada la Sierra Jarameña, hoy prácticamente irreconocible tras la instalación del parque eólico de Hontanaya-Villamayor-Puebla, y todo para que Gallardón pueda lucir su fastuosa iluminación Navideña, que para colmo de estupidez acudimos a admirar como subnormales.
Este caramelo envenenado que se ofrece a ayuntamientos sin escrúpulos, no lo quieren el 99,9 % de los municipios españoles. Si los residuos nucleares fueran rentables y seguros, os aseguro que el Rey y Zapatero, tendrían sendos cementerios radiactivos en los palacios de La Zarzuela y La Moncloa.