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Es posible que tú te hayas sentido escuchado estos años y que te hayas sentido correctamente atendido, pero te aseguro que hay muchísima gente que no sólo no ha sido escuchada ni atendida, sino que ha sufrido verdadero ACOSO.
Realizar una obra en una vía pecuaria impidiendo el paso del ganado es manifiestamente ilegal. Pues bien, por si esto fuera poco, el ahora ex-alcalde con toda su chulería, amenazó de EXPROPIACIÓN al propietario de una finca colindante, en nombre del interés general, ignorando que el "interés general" pasa por no hacerles la vida imposible a los ganaderos que estoicamente trabajan y residen en el pueblo día tras día.
No contento con eso, comenzó a solicitar permisos y licencias -ya prescritas, por cierto- a todos esos ganaderos. Licencias de obras, licencias de actividad, etc... que el mismo Faustino se pasó por el forro escrotal cuando valló su era, o cuando instaló un depósito de hidrocarburos junto al río Jigüela.
Por si fuera poco, reclamó incluso la licencia de unas colmenas, que no sólo son beneficiosas para el campo por polinizar todos los árboles frutales y los mirasoles (uno de los pilares de la economía local), sino que son o deberían ser un emblema, una actividad para fomentar, un rasgo étnico y cultural más de esta tierra, tradicionalmente melífera.
Seguro que en su restaurante se le cae la baba contando las delicias de la gastronomía manchega: el cordero, el queso, la miel, etc... ¡Hace falta ser cínico!
Hasta el mismo día de la moción seguía ordenando a periodistas y asistentes, como si el Ayuntamiento fuera su casa, y se marchó profiriendo amenzas contra todos los ganaderos: ¡aseguraros de que tenéis todos los papeles en regla! -decía- ¿Pero quién se ha creído que es?
De verdad que no me siento bien -como alguien ya apuntó- haciendo leña del árbol caído, pero ¡ha sido tan soberbio!... alguien le tenía que enseñar que los votos sólo se pueden comprar una vez, y que lo difícil no es ganarse la confianza de la gente, sino mantenerla.
Realizar una obra en una vía pecuaria impidiendo el paso del ganado es manifiestamente ilegal. Pues bien, por si esto fuera poco, el ahora ex-alcalde con toda su chulería, amenazó de EXPROPIACIÓN al propietario de una finca colindante, en nombre del interés general, ignorando que el "interés general" pasa por no hacerles la vida imposible a los ganaderos que estoicamente trabajan y residen en el pueblo día tras día.
No contento con eso, comenzó a solicitar permisos y licencias -ya prescritas, por cierto- a todos esos ganaderos. Licencias de obras, licencias de actividad, etc... que el mismo Faustino se pasó por el forro escrotal cuando valló su era, o cuando instaló un depósito de hidrocarburos junto al río Jigüela.
Por si fuera poco, reclamó incluso la licencia de unas colmenas, que no sólo son beneficiosas para el campo por polinizar todos los árboles frutales y los mirasoles (uno de los pilares de la economía local), sino que son o deberían ser un emblema, una actividad para fomentar, un rasgo étnico y cultural más de esta tierra, tradicionalmente melífera.
Seguro que en su restaurante se le cae la baba contando las delicias de la gastronomía manchega: el cordero, el queso, la miel, etc... ¡Hace falta ser cínico!
Hasta el mismo día de la moción seguía ordenando a periodistas y asistentes, como si el Ayuntamiento fuera su casa, y se marchó profiriendo amenzas contra todos los ganaderos: ¡aseguraros de que tenéis todos los papeles en regla! -decía- ¿Pero quién se ha creído que es?
De verdad que no me siento bien -como alguien ya apuntó- haciendo leña del árbol caído, pero ¡ha sido tan soberbio!... alguien le tenía que enseñar que los votos sólo se pueden comprar una vez, y que lo difícil no es ganarse la confianza de la gente, sino mantenerla.