Me parece bien que todo el mundo quiera asistir a la romería y la misa del Cristo del Pozo, bajar y subir sin despeinarse o sudar, pero lo cierto es que cuesta trabajo ver a las danzantas -ya reventadas de toda la fiesta- tener que romper filas y hacer ringorrangos para esquivar los coches estacionados.
No se ofenda nadie, es cuestión de sentido común.
No se ofenda nadie, es cuestión de sentido común.