TRESJUNCOS: Buenos tardes de nuevo a todos....

Buenos tardes de nuevo a todos.

Ante las alusiones de distintos participantes de este foro hacia miembros de mi familia, en concreto Domicio Moya, y especialmente por las declaraciones del ex – alcalde a una emisora de radio, no he podido dejar de entrar.

Mi intención no es insultar ni faltar al respeto a nadie; eso es evidente que Faustino sabe hacerlo muy bien –quizás lo único-; solo pretendo mostrar opinión y hacer una pequeña reflexión de algunos conceptos; por si a alguno se nos han olvidado.

Para empezar la definición etimológica dice textualmente que: «democracia» significa «gobierno de los artesanos y campesinos», excluyendo del mismo expresamente a los ilotas y a los nobles.

Partiendo de esa base, y que yo sepa, la forma de gobierno en España es la monarquía democrática representativa, la voluntad popular se expresa, por tanto, en la elección de sus representantes.

Dentro de ese marco, las leyes españolas y en especial la del Régimen Electoral General son iguales para todos, y el hacer uso de ellas es un derecho que ampara a todas las formaciones políticas.

Recordemos que en base a esta misma se han presentado muchas otras mociones de censura por parte de todos los grupos políticos, incluida alguna reciente y en el que estaban implicados familiares de altos cargos del gobierno socialista.

Las leyes de la democracia no son por tanto una bandera que uno puede arriar cuando no sea de su interés y enarbolar y agitar cuando le convenga.

Estaría bien que quienes ostentan cargos públicos, representantes y candidatos se tomaran la molestia de leerse el ideario del partido socialista, o simplemente el manual del militante (de finales de los años 70, principios de los 80, no recuerdo); pues entonces se hubiesen dado cuenta que su partido, (ese al que se supone que representan), tiene como objetivo la evolución hacia la poliarquía como concepto básico de militancia con especial interés a la delegación de las funciones de gobierno hacia todos los integrantes de una corporación.

Esto, que suena tan rimbombante, simplemente quiere decir que el partido socialista quiere que sus cargos públicos compartan las tareas de gobierno entre todos los concejales electos, no solo en los de su partido.

Lo dicho, estaría bien, que los representantes socialistas se leyeran sus propios principios, y mejor todavía que los aplicaran.

Quiero pensar que todavía en Tresjuncos hay personas, militantes socialistas, sobradamente preparados, que creen en los ideales del partido, y que están dispuestos a cumplirlos.

Espero que así sea. Estos, lejos de sentirse orgullosos con el espectáculo circense en que se convirtió el desarrollo del pleno del pasado día 5, y de las posteriores intervenciones de la corporación saliente, sabrán hacer análisis internos y tomar las decisiones que consideren oportunas para limpiar el buen nombre de su partido.

Conviene recordar también que un acto institucional no es un mitín político, ni una vendeta personal, ni siquiera un acto de apoyo hacia personas concretas, y que la falta de respeto a las instituciones y hacia la legalidad democrática, demostradas por cierto sector a quién más debería avergonzar es a los propios instigadores.

El respeto a la democracia empieza por el respeto a la legalidad y a las normas básicas de educación, esas que a cada uno se supone nos han inculcado en el seno de nuestras familias, y que con nuestros actos demostramos cada día.

Pocos y pobres argumentos, y ningún respeto y educación están demostrando quienes adoptan como único lema político la descalificación y los insultos, aparte de flaco favor a su partido.

Coincido plénamente con aquellos que han expuesto en este foro la idea de que renovar el partido es lo mejor que les puede pasar, yo tampoco creo que todos sean iguales, y gente honrada y preparada sobra en Tresjuncos y entre los socialistas.
Y que los vecinos decidan el año que viene a quién quiere que les represente.

Y por último recordar algo que ya dije en este foro: tonterías con respecto a las familias pocas; con respecto a la mía,.. ninguna.

M. J. Moya