Al tigre soberbio y elefante obstinado
Querido Perico Stick:
Veo que no te das por aludido en las dos historias que de mi corta cabeza han salido.
Pero como es de las pocas cosas que sé hacer, te voy a contar otra de la que hay testigos, aún vivos y que te la pueden ratificar.
Una vez, hace algunos años, dos paisanos de Tresjuncos se juntaron con sus galeras en el lugar más estrecho de la calle Mayor, uno subía y el otro bajaba. Ninguno de los dos cedía el paso al otro.
Tras una fuerte discusión uno de ellos, el mayor, puesto que el que resultó agredido era apenas un adolescente, le golpeó con un palo y le rompió el brazo.
¿Quién tenía razón? Los dos tenían derecho a pasar y ninguno cedía al otro.
No voy a entrar en detalles del que ganó y perdió, del que tenía derecho o no.
Sólo voy a decirte una cosa, uno siempre gana, el otro pierde de momento, a la larga todos pierden igual.
Saludos para todos.
P. D. El que resultó herido fue mi padre, Angelín. No tiene la más mínima importancia, pero te digo una cosa: de esta madera estoy hecho yo.
Tú sigue.
Pero escondido.
Querido Perico Stick:
Veo que no te das por aludido en las dos historias que de mi corta cabeza han salido.
Pero como es de las pocas cosas que sé hacer, te voy a contar otra de la que hay testigos, aún vivos y que te la pueden ratificar.
Una vez, hace algunos años, dos paisanos de Tresjuncos se juntaron con sus galeras en el lugar más estrecho de la calle Mayor, uno subía y el otro bajaba. Ninguno de los dos cedía el paso al otro.
Tras una fuerte discusión uno de ellos, el mayor, puesto que el que resultó agredido era apenas un adolescente, le golpeó con un palo y le rompió el brazo.
¿Quién tenía razón? Los dos tenían derecho a pasar y ninguno cedía al otro.
No voy a entrar en detalles del que ganó y perdió, del que tenía derecho o no.
Sólo voy a decirte una cosa, uno siempre gana, el otro pierde de momento, a la larga todos pierden igual.
Saludos para todos.
P. D. El que resultó herido fue mi padre, Angelín. No tiene la más mínima importancia, pero te digo una cosa: de esta madera estoy hecho yo.
Tú sigue.
Pero escondido.