TRESJUNCOS: Hace algún tiempo vivió en Tresjuncos un hombre, que...

Hace algún tiempo vivió en Tresjuncos un hombre, que a pesar de sus dificultades para sacar adelante a su familia, intentaba descubrir el alma humana y era agradecido sobremanera.

Un buen día se quedó sin trabajo y por tanto si su sustento para atender las necesidades de los suyos.

Entonces un paisano con posibilidades, espíritu emprendedor y con un negocio sabiendo la bondad del primero le ofreció trabajo y lo trató con tanto cariño como si fuera un hermano.

Así, un día unos vecinos le regalaron un saco de melones al patrón.

Después de comer, el amo abrió un melón y le dio una rebanada a su trabajador para que lo probara. El dueño le ofreció más tajadas, que agradecido se las fue comiendo tan contento una detrás de otra hasta que casi acabó el melón.

Pero cuando sólo quedaba un trozo en la bandeja el amo pensó probarlo por la cara de satisfacción de su empleado.

Cuál fue su sorpresa y decepción cuando se dio cuenta de que estaba en realidad amargo y tuvo que salir corriendo a lavarse la boca.

Al regresar le preguntó a su ayudante:

-Amigo mío, ¿cómo has soportado este sabor tan desagradable?

-Cierto, el melón estaba muy amargo, pero desde hace tiempo me has permitido conseguir que mi familia salga delante de lo que te estoy muy agradecido. Y es de agradecidos no rechazar lo que se te ofrece, y por una vez que una cosa no estaba en buenas condiciones no iba yo a ser quien lo despreciara. Ojala no hubieras probado la última rebanada, así tú estarías contento por el bien que me estabas haciendo y yo estaría feliz por tu generosidad.

P. D. Esto le ha pasado a alguien en Tresjuncos.

Y si por si a alguien le interesa, no escribo en este espacio cibernético si no es con mi nombre.

Si es para insultarme me gustaría saber su nombre, más que nada para dirigirme a él de forma respetuosa.