TRESJUNCOS: El pregonero....

El pregonero.

El año pasado tuve el mayor honor de mi vida.

Se me invitó a dar el pregón de fiestas en mi pueblo para la fiesta de mayo.

Lo hizo Faustino y lo acepté de buen grado y con mucha ilusión. Si la invitación hubiera venido de otro alcalde hubiera actuado de la misma forma.

Lo primero que hice fue buscar un hilo conductor que me acercara a la gente de Tresjuncos, a todos.

Qué hice para ello.

Imprescindible: buscar en mi niñez. Y cómo, a través de mi modesta existencia. Me trasladé con mi pregón y al antiguo pregonero Juanillo, persona entrañable al que adorábamos todos, a unos años donde las cosas no eran fáciles ni para mí ni para otra mucha gente.

Qué mejor metáfora para esto que hablar de la ilusión que suponía en nosotros, todos los chicos de Tresjuncos, un modesto plato de natillas. No podíamos aguantar más y, a veces, las comíamos calientes.

También hablé de los estoicos, la gente que acepta las cosas como vienen. Y afrontan la vida de forma optimista. En este caso recuerdo muy bien a mi abuelo Fede, al que me referí. Hablé de mi amigo Luis Javier como símbolo de otros muchos amigos, de mi madre, de mis hermanos, de mi padre, de la gente más sencilla del pueblo.

Esto no es un discurso de gente soberbia, sino todo lo contrario, sino más bien de humildad.

Exalté los valores profundos que suponen la constancia, el trabajo, el sacrificio, los sufrimientos, las penas que hay que aceptar cuando vienen.

Me adentré en la magia del pozo, la naturaleza, en fin… las únicas verdades que conozco.

Y después de todo esto, la gente tiene todo el derecho del mundo a criticar, a decir me gustado este pregón o no. Ha estado a la altura o no. Yo lo hice con el mayor cariño, pero no siempre se acierta.

Pero nadie, nadie, tiene derecho a ridiculizar a mi persona (ni a nadie) puesto que lo que hice fue compartir mis momentos de humildad y de baja altura social, pero más profundos en mi ser.

Le dediqué varios días que fueron muy fructíferos, porque sacaron recuerdos ocultos en lo más recóndito de mi interior y que, repito, tuve el gran honor de compartir con los que fueron a escucharlo.

Muchas gracias, que tengáis una feliz fiesta de La Atalaya, y un abrazo muy fuerte.

Nota:

No volveré a escribir en este foro. Cuando me he expresado lo hecho con mi nombre.

Si alguien quiere decirme algo, que lo haga a la cara, puesto que voy a casi todos lo fines de semana a Tresjuncos y todas las vacaciones.

¡HASTA SIEMPRE!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
A mi me pareces una buena persona. Espero saludarte en alguna ocasión.