Un hombre muy borracho llega a la pensión donde reside y a altas horas de la noche empieza a gritar: - Ramera Cabrona, abreme la puerta que no llevo llaves. Pasan unos minutos y empieza otra vez a gritar: - Ramera Cabrona abreme ya la puerta. La señora abre la puerta y le dice: - ¡Señor Juan... ¿Cuantas veces te e dicho que no me llamo ramera cabrona....?, ¡si no..., Ramona Cabrera...!....
-
YAKITO.
-
YAKITO.