Por último, la cuarta pata que sostiene este conjunto de construcciones
medievales, la
muralla de la
fragua. Hablamos del lugar donde se encontraba antiguamente la
herrería, en la cual tenían los trabajadores ubicada su fragua. Estos restos conservados pertenecen al recinto
amurallado que se alzaba imponente en el siglo XV. En el año 1999 sufrió una profunda renovación, incluido el
torreón en
esquina, la cual dio lugar a su hermoso aspecto actual.