Ante nosotros se encuentra un puente de grandes dimensiones, donde queda estampada una lucha épica entre un enorme elefante y un cocodrilo de mandíbulas feroces. Esta imagen petrificada es fruto de la diferente resistencia a la erosión del sustrato rocoso (dolomías) y a distintos procesos de karstificación.
Los puentes naturales se han formado en estos parajes cuando simas que se encuentran muy cercanas se colapsan y derrumban, quedando por un lado conectado este derrumbe con las galerías subterráneas preexistentes y por otro lado dejando suspendido en el aire un largo estrato rocoso más resistente a la erosión, a modo de puente colgante. Al igual que todas las formaciones rocosas, estos puentes naturales están sujetos a la continua erosión y con el tiempo tenderán a derrumbarse y desaparecer.