Valdemoro tiene un patrón,
San Juan Bautista, y cuya celebración es el veinticuatro de Junio, aunque es cada mucho tiempo la casualidad de que ésta se celebra en el mismo veinticuatro, ya que generalmente se realiza en fin de semana para que la gente que viene de fuera pueda disfrutar al máximo de tal acontecimiento. La
fiesta suele comenzar el viernes por la
noche en la que una orquesta toca hasta altas horas de la mañana. La fiesta prosigue el sábado, día en el que por la mañana y a las doce, se oficia una misa por el sacerdote del
pueblo, y a la que sigue una
procesión por todo el pueblo acompañada por una compañía de mayorets que vienen de un pueblo cercano. Después de ésta todo el pueblo se junta en la
plaza para tomar un vaso de sangría, para después irse cada uno a
comer a su
casa un buen cordero criado en la comarca. Por la tarde, más de lo mismo, otra nueva orquesta acude a la llamada del pueblo para intentar divertir y cansar a la gente, lo de divertir si lo consiguen, pero sin embargo nunca conseguirán cansarlos. El domingo es un calco del sábado, aunque algunos años antes de la misa han organizado carreras de galgos.
Otra fiesta, aunque de menos importancia que la anterior, es el día de San Miguel el día 29 de septiembre. Este
santo es el patrón de la
iglesia, por eso el motivo de su celebración. En este día los pocos habitantes que quedan ya en estas fechas en el pueblo se reúnen para comer chocolate con tortas.
La
semana santa puede que sea uno de las
costumbres más bonitas y que se conservan desde hace mucho tiempo. Por ello puede que sea un momento perfecto para visitar el pueblo, no solo por ver dicho acontecimiento, sino por los buenos
paisajes que se pueden ver en esta época del año.
En la procesión todo el pueblo participa cantando una canción llamado El
reloj de la Pasión. Éste es un repaso de las últimas veinticuatro horas antes de la muerte y crucifixión de
Cristo. Es cantado el jueves y el viernes santo, dejando para el domingo una procesión en el que se pasa de una canción lenta a otras mas armoniosas, las cuales suelen ser las típicas del culto religioso.
Otro acto es el que cada 15 de Mayo reúne a todos los campesinos del pueblo para pedir a San Isidro que les ayude para conseguir una buena cosecha. Para ello el pueblo hace un ritual religioso en el que los lugareños sacan al santo en procesión para que éste observe la situación de los
campos y así poder echar una mano en lo que pueda.
Cabe destacar también la fiesta celebrada el día 30 de Abril, en la que por la noche se va de casa en casa cantando "Los Mayos".Éstos antiguamente consistían en un canto en el que los mozos recitaban unas coplillas a las mozas para así intentar conquistarla. En la actualidad este acontecimiento se sigue realizando aunque ahora es cantado por todo el pueblo dada a la poca gente que queda en el pueblo para estas fechas.
Valdemoro poseía otras muchas costumbres que con el tiempo han ido desapareciendo, aunque nunca viene mal contarlas y más si se quiere dar a conocer como es el caso. Cuentan los más ancianos del lugar que hace muchos años había una
costumbre curiosa y por qué no, anecdótica, en la que un
cerdo era criado y alimentado por todo el pueblo durante todo el año y el día 17 de Enero (festividad de San Antón) era sorteado. El afortunado se veía obligado a
comprar uno más pequeño para el siguiente año.
Este hecho pudo ser un incentivo más para que durante años se realizara en Valdemoro la típica
matanza, en la que generalmente en
familia se mataba el cerdo y se elaboraban todo tipo de productos que luego eran comidos en la matanza o durante el año acompañadas de las anteriormente citadas gachas.
Valdemoro, como todos los
pueblos de España tiene sus leyendas e historias que durante siglos ha sido de buen gusto para sus habitantes contarlas a todo bienaventurado que pasase por allí. La que más gente conoce, posiblemente por su
antigüedad, sea la de La Reina Mora. Para entender esta leyenda es necesario decir que a no mucha distancia del pueblo existió un poblado moro muchos siglos atrás. Pues bien, cuentan que en la noche de San Juan, una reina sale de entre los álamos a peinarse sus largos cabellos con un peine de oro, y si alguien osa a ir por la mañana ha dicho lugar, algo malo le puede ocurrir. Impresionante, ¿verdad?.
Existen otras muchas más. Pero para terminar, aquí va otra que no todo el mundo conoce y que puede asombrar hasta al más veterano del pueblo al leer estas líneas. A Valdemoro hace mucho tiempo acudía un doctor a ver a sus pacientes de otro pueblo cercano. Cierto día, ya de retirada, le salió un animal de los que pacían tranquilamente por los
montes de la comarca, siguiéndole a éste durante un gran rato. El doctor que se encontraba un tanto asustado, era conocedor de una gran
piedra hueca que había no muy lejos, por ello decidió apearse del burro en el que iba montado, para intentar salvarse. Y así sucedió, el
médico se bajó del burro y echó a correr hasta llegar a dicha piedra. De esa forma fue como el doctor se salvó y pudo acudir a ver a sus pacientes del pueblo vecino durante mucho tiempo más. Esta piedra se la conoce con el nombre de "Canto Bubilla" y se encuentra en uno de los "cotos" más cercano a la localidad, próximo al
camino rural de
Saceda del Río.