La "Casilla de los Moros" son los últimos restos de un núcleo exterior, y probablemente de carácter defensivo, al Poblado del Pico de la Muela. Por allí pasaba el único
camino por el que se podía entrar o salir del poblado, del cual aún sobrevive el foso del
puente levadizo, siendo visibles las huellas de las ruedas de los
carros.
Todo el conjunto fue destruido a finales del s XV según orden de Isabel la Católica a Hurtado de Mendoza, regidor de
Cuenca. Si se observa bien, hay metralla incrustada
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