Cortesía de Rosi.
Cascada
Las caídas de
agua son sistemas dinámicos que varían con las
estaciones y con los años, aunque esto último sólo se hace perceptible a escala geológica. Presentan distintas formas (por ejemplo, si su caída es vertical o si sigue una pronunciada pendiente, etc.), determinadas por el volumen de agua, la altura de la caída, la anchura del lecho y la conformación de las paredes entre las cuales corre el líquido, dependiendo del tipo de
roca y de las distintas capas en las que se disponen.
Entre las caídas de agua más famosas del mundo se encuentran las
cataratas del Iguazú —compuestas por 275
cascadas de diferentes alturas localizadas entre
Argentina y
Brasil—, las cataratas del Niágara —situadas en la frontera entre
Estados Unidos y
Canadá y con un caudal que llega a los 11.000 m³/s—, las cataratas de Yosemite —en California, de 739 m de caída, muy conocidas por su belleza— y el salto Ángel —en
Venezuela, que con una altura de 979 m (807 m de caída ininterrumpida), es el
salto de agua más alto del mundo.
Por extensión también se habla de cascada de hielo cuando el agua congelada forma caídas pronunciadas. Esto suele ocurrir cuando el caudal de agua es muy pequeño y se va helando de forma sucesiva, provocando el aumento de la estructura de hielo. a unos -4 grados