Se le llama el
pueblo de la calabaza por una antigua
tradición que contaban nuestros mayores. Hace muchos años, en un
árbol hueco empezó a crecer una calabaza, crecía y crecía y el árbol estaba cediendo, y cuando hacía aire emitía un raro silbido y la gente del lugar pensaba que podía ser una serpiente que estaba dentro del árbol, o algún bicho raro, hasta que un día bajó todo el mundo con escopetas y todo lo que tenían a mano, y la emprendieron con el "monstruo" del árbol, pero cuál fue su sorpresa cuando descubrieron que aquello que había estado atemorizádolos tanto tiempo era una anaranjada y gran calabaza.