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¡Qué caprichosa es la Naturaleza a veces...!, VILLAESCUSA DE HARO

Foto de José Manuel H

Por efecto de la erosión, las raíces de las carrascas han quedado al aire. Aún así, siguen sujetas a la tierra y no parece que haya peligro de que se sequen.

Quercus ilex
Encina

Taxonomía

Reino:
Plantae

Subreino: Tracheobionta

División:
Magnoliophyta

Clase:
Magnoliopsida

Subclase: Hamamelidae

Orden:
Fagales

Familia:
Fagaceae

Género:
Quercus

Subgénero: Quercus

Sección: Quercus

Especie:
Quercus ilex
L.

Subespecies
• Q. ilex subsp. ilex
• Q. ilex subsp. ballota
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La encina (Quercus ilex) es un árbol de la familia de las fagáceas. Otros nombres vulgares con los que se conoce a la encina son carrasca, chaparra o chaparro. Es un árbol perennifolio nativo de la región mediterránea de talla mediana, aunque puede aparecer en forma arbustiva, condicionado por las características pluviométricas o por el terreno en el que se encuentre.

Descripción
Es un árbol de talla media y baja, que puede alcanzar de 16 a 25 metros de altura. En estado salvaje, es de copa ovalada al principio y después se va ensanchando hasta quedar finalmente con forma redondeado-aplastada. Su copa se suele podar con el objetivo de mejorar la producción de fruto mediante la poda de olivación, adquiriendo así una forma semiesférica. De joven suele formar matas arbustivas que se podrían confundir con la coscoja (Quercus coccifera) y, en ocasiones, se queda en ese estado de arbusto por las condiciones climáticas o edáficas del lugar.

Las hojas son perennes y permanecen en el árbol entre dos y cuatro años. Coriáceas y de color verde oscuro por el haz, y más claro y tomentosas por el envés, están provistas de fuertes espinas en su contorno cuando la planta es joven y en las ramas más bajas cuando es adulta, careciendo de ellas las hojas de las ramas altas. Por eso, cuando es arbusto, recuerda a veces acebo. 2 El envés de las hojas está cubierto de una borra grisácea que se desprende al frotarlas y por la que se puede distinguir fácilmente las encinas jóvenes de las coscojas, cuyas hojas carecen de ese vello y son de un verde vivo en el envés. Estas hojas, muy duras y coriáceas, evitan la excesiva transpiración de la planta, lo que le permite vivir en lugares secos y con gran exposición al sol, como la ribera mediterránea.

La corteza es lisa y de color verde grisáceo en los tallos; se va oscureciendo a medida que crecen y, alrededor de los 15 o 20 años, se agrieta en todas direcciones, quedando un tronco muy oscuro, prácticamente negro.
(19 de Mayo de 2020)