La Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, templo del
gótico tardío cuyo imponente perfil puede ser divisado a varios kilómetros de distancia. Su símbolo más reconocible es una
torre de 75 metros de altura coronada con un original chapitel. Entre las
portadas destaca por su calidad la Norte, de estilo manierista. Del interior es imprescindible citar el
retablo del
Altar Mayor, una colosal obra barroca en la que el horror al vacío se combate con detalles llenos de belleza y magnas propuestas como una gigantesca
escultura de
San Julián. De las
capillas, tres se distinguen especialmente: la de la Inmaculada Concepción, con retablo de transición del gótico al renacimiento, la de la
Virgen del Rosario, con una preciosa
cúpula, y la de la Virgen del Pilar, que alberga otro retablo del XVI.