Esta
iglesia se construyó con las
piedras del antiguo
castillo árabe de Villanueva allá por el siglo xv. Construida en
piedra de sillería, tiene el
ábside poligonal y contrafuertes de gran altura.
El
altar mayor posee un valioso
retablo de tres cuerpos en madera dorada. Su
torre enmarca una
capilla que se dice es la primitiva del castillo de los Marqueses de Villena, sobre cuyo
edificio se construyó la iglesia. Entre las obras de
arte que conserva, destaca, en la primera capilla de la Epístola, el retablo de
San Martín, destacada muestra de la pintura hispano-flamenca, atribuido a Alejo Fernández.
En la sala capitular destaca una
pila bautismal neoclásica. De esta construcción resalta su carácter fortificado, más evidente en el perímetro
amurallado de origen árabe y reconstruido como muro almenado en el siglo xvi.