He estado buscando en mis archivos y he encontrado este escrito que me baje del blog de Aquilino, en su día me impacto mucho y lo quise conservar.
Espero que disfrutéis con su lectura.
DÓNDE CAMINAS, MUJER?
Mujer, dónde caminas? Has pasado a mi lado, dejando un rastro de amargura que ha quemado, de raiz, todo brote de esperanza.
Pasas entre rosas y jazmines sin percibir el aroma que te brindan. Avivas el paso, en vano, pensando que tu andar acaba en tu desdicha, mas tu desdicha se alarga sin sentido, al parecer, y tus pies no alcanzan a curar las llagas que, día a día, te produce el desamor que te acompaña.
Piensas no existe más salida al torrente de cariño que, un día, te anegó. Te cierras a retomar el camino de la luz, de esa luz que crees extinguida, pero que siempre existirá mientras el firmamento gire. No te das cuenta, mujer?
Has pasado, de la explosión de luz de tu amor temprano, al atardecer del conformismo y la rutina que te ha llevado, sin remedio, a la noche del desencanto. Ahora sí, las sombras son tus únicas compañeras de viaje.
Pero no desfallezcas, no ahora que ya firmaste lo peor de tu travesía, mujer.
No atinas a ver, allá, en la lejanía, un atisbo de luz? No es un espejismo, es el anuncio de la llegada de un nuevo día y, con él, la luz de un sol más fuerte y renovado.
Cuando pases al lado de mi cabaña y veas el fuego encendido, ahí te estaré esperando. Entra, reposa, cura tus llagas y, despues, si lo deseas, si no quieres quedarte, sigue tu camino, mujer.
Greco
Saludos: Dulcinea.
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