Pues si Kastefa debe ser una gozada ahora con tanta
agua, me recuerda la época de mi niñez y como me pasaba el tiempo viendo los ranacuajos como se reproducían ¡Cuánta vida! había de todos los tamaños y a los murciélagos agarrados a la
roca cuando caía la tarde salian a ganarse la vida como todo el mundo ja, ja.
un abrazo.