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VILLAREJO DE FUENTES: CORRESPONDIENDO A PAPAGENO...

¡Hola Papageno!

Para que veas que aquí no hay magia, ni trampa, ni cartón. Te presento a las cocineras de las gachas Modesta y Dori, en plena elaboración. Como ves los peroles de gachas tienen su lumbre y sus guisanderas. Desde aquí les doy las gracias porque le salieron riquísimas.

Tú si bienes te saltas el primer paso y vienes directamente aquí, entre los peroles y las parrillas a disfrutar y desgastar estos guisos en buena compañia.

Abrazxossssssssssss

Saludos: Dulcinea.

Un Abrazo Dulcinea.
Ya veo, que había dos buenas cocineras, Seguro que saben muy bien cocinar los platos manchegos, ¿Qué pasa con la presunta toxicidad de la harina de titos? que comentabais meses atrás, seguramente un bulo como tantas otras cosas y si hay que morir de algo que sea de un buen empacho de gachas mejor que de un macetazo que te caiga de un balcón ja, ja ¿no te parece?
Un saludazo.

Hola amigo Papageno:

Tienes razón, de que hace unos meses el amigo Eduardo trajo a colación el tema de la toxicidad de la harina de almortas o "titos" con que se elaboran las gachas. La enfermedad por toxinas de esta harina ya era conocida desde tiempos de Sócrates y más tarde el padre de la medicina alopática (la actual) Hipocrates, también estudió sobre efectos de esta enfermedad que se vino en llamar LATIRISMO.

Al parecer una de las toxinas de esta harina (L-diamobutíricos) es el causante de la enfermedad que sobreviene con síntomas de parestéxia der las extremidades inferiores que son atacadas en el Sistema Nervioso Central. El nombre de esta enfermedad "latirismo" viene dado por el nombre científico de la planta de la almorta que es: Sathivus Latirus.

Pero tranquilo, desde los tiempos en que se descubrió la enfermadad ha llovido mucho y los estudios más recientes dicen que para adquirirla habría que comerse, algo así como varias fanegas de harina de almortas. Así que cuando por invitación de Dulcinea vayamos a degustar esas ricas gachas podemos atinborrarnos con la seguridad de que no nos va a pasar nada de nada.

Todo sea d dicho con permiso del amigo Eduardo que por sus referencias tomadas del Decreto que las prohibió en tiempos de la 2ª República, nos advirtió, en su día de la enfermedad. Enfermedad no muy común en nuestro país y que si ha sido de mayor proliferación: por ejemplo en India, y en regiones de chile y de Etiopía. Espero despejar tus "miedos" hacia las ricas gachas amigo papageno.

¡Hola Kastefa!

Oye Kastefa, que eso de que las gachas no se pueden comer en plato lo dices tú. Yo siempre las como así y te puedo asegurar que están igual de buenas.

Aunque no te preocupes que cuando te invite las tuyas te las dejare en la sartén con el asocarraillo que es lo que más bueno esta ¡vale! Cuanta leyenda urbana hay sobre las gachas. Al igual que eso, de que hay que comerlas en grupo o en reuniones sociales ja, ja, jaa pero de donde habéis sacado eso, nada más lejos de la realidad. Las gachas se siguen comiendo en las casas manchegas como cual otra comida, cocido, lentejas etc. Uno se levanta y dice hoy voy a hacer gachas para comer (sobre todo si ese día llueve, no se porque motiva mucho más este hecho para comerlas) da igual que en la casa haya un solo comensal, dos tres, el numero en este caso no importa. Se hacen y se comen en casa como cualquier otra comida. Antes se hacían en la matanza porque como ya he explicado la familia se reunía para ayudar y echar una mano, sobretodo las mujeres porque era muy laboriosa toda la faena que tenían que hacer y las gachas era una manera de obsequiar a la familia por esa ayuda pero el resto de los días del año que se guisan se las come cada uno en su casa sin invitar a nadie.

Ja, ja, jaaaaaaaa como se nota que vosotros habéis comido muy pocas gachas.

Abrazossssssssssssss

Saludos: Dulcinea.

Joer, que rabia acabo de escribir y se me ha borrado el mensaje. Resumire.

Bueno te decía que yo no he dicho que las gachas no se deban de comer en plato. Si digo que yo nunca las he comido ni las comería en un plato. Seguro que son manías mias pero recuerdo que las comía mojando rebanadas de pan y así era como estaban, como tu dices, de "rechupete".

Amigo Kastefa

Sin merma de tu siempre acogedoras opiniones me entrometo de nuevo en conversaciones ajenas.

Efectivamente, yo también doy fe de que las gachas se comían en la sarten de patas, por tanto sin emplatar, jamás supe de que se hiciera tal cosa, cuando en una ocasión mencioné que por la mancha cervantina (Pedernoso-La Mota-Pedroñeras-San Clemente. etc-.) hay restaurantes caros que aún las ofrecen dentro de su cocina "exótica o historicista", con muy poca demanda por cierto, son servidas en el centro de la mesa en algo así como paelleras o sartenes sin patas.

Yo que en algún momento puedo añorar unas gachas manchegas, (Mas que manchegas ya hay que hablar casi exclusivamente conquenses puesto que su uso ínfimo y consumo ha quedado reducido casi excesivamente a esta provincia) pienso que es mas consecuencia de rememorar juventud perdida que dar gusto a exquisiteces, nunca podré olvidar que en aquellos años era plato sin alternativas para los mas menesterosos, en aquellos tiempos de mucha hambre, era mas asequibles los ingredientes de las gachas que los del pan. Yo he conocido en Villarejo familias viviendo en cuevas junto a un arroyo, no me preguntéis nombres no los recuerdo, en donde su escaso condumio era pan cocido exclusivamente con salvado que se venida en la fabrica de harinas como pienso (no estoy hablando de integral) y las celebérrimas gachas, está también en mi memoria las comidas y cenas de los segadores andaluces y extremeños, cocinando día y noche sus gachas comunitarias sobre los rastrojos recién segados.

Hay que recordar que en algunas partes de Castilla se guisaban y aún (aunque poco) se guisa algo parecido a las gachas pero con harina de trigo, yo nunca las he probado, dicen que son menos gustosas, aunque tambien menos ásperas ¿?, posiblemente estemos en estos casos ante un condumio como las "migas ruleras" de escaso valor en si mismo pero prolegomenos o acompañamiento (en las casas pudientes) de otros manjares mas nutricios, posiblemente derivados del cerdo.

Unas pocas más de mis muchas sandeces

EDUARDO

Un saludo Eduardo.
Me ha venido a la memoria de cuándo iba a casa de mi abuelo Celso y si había alguien viviendo en una cueva, recuerdo que en invierno tenia un tubo como chimenea y mas de una vez se me ocurrió tirar algo al interior, no lo hice por miedo a que salieran y me dieran con razón un azote por mi hazaña, estaba por el camino Hito subiendo hacia las casas y luego girando a la derecha, por cierto tiempo atrás escribiste que había en Villarejo una casa de moral dudosa ¿Eso es cierto? o es una licencia poética, yo jamás oí nada de eso y nací en el 1950 aunque si que había parejas de casados que se ''entendían'' a mis diez y pico de años afinaba la oreja para enterarme de esos asuntos y más de una vez recibí un escobazo ¡Que sinverguenza va a ser este crío! me decian, mientras despellejaban sin piedad ja, ja.
Un fuerte abrazo.

CORRESPONDIENDO A PAPAGENO

Salud, amigo.:

Enhorabuena por tu feliz memoria, a través de tu descripcion yo he recordado coincidiendo contigo la ubicación de las no muchas casas-cuevas de Villarejo, científicamente llamarían trogloditas a sus entonces moradores, más piadosamente hay que decir que eran los mas menesterosos del pueblo, yo recuerdo haber jugado con alguno niño de los que mal-vivían allí y estuve dentro de su casa-cueva, su inmensa pobreza no estaba reñida con su hospitalidad. Ignoro si aún existen.

Del segundo tema, debo matizar lo siguiente, no creo haber dicho que en Villarejo hubiera una casa de moral dudosa (Si hacemos excepción por supuesto del cuartel, el ayuntamiento y alguna otra morada de "ricohomes" terratenientes, aunque pienso que tu comentario es de una moral muy especifica). Lo que si que dije, es que en mi edad infantil oí o adiviné que decidan, que en la plaza del Pilar había una casucha habitada por una mujeruca cargada de hijos cada uno de padre tan desconocido como el anterior y que de su miseria y su impudicia hablaban y criticaban con crueldad la vecindad de conciencia tranquila.

Otro tema, es el de las ""animadoras"" señoritas de ¿vida alegre?, que por una o dos noches ofrecían en alguna taberna-bar espectáculo, encantos y carnes ya ajadas, transportadas y custodiadas por sus chulos. Evidentemente no te puedo aportar prueba fehaciente, no tenia edad, pero al igual que en el párrafo anterior eran oídas de las buenas mujeres locales, piensa que por aquel entonces yo además de mis corrieras por la fabrica de harinas, tahona de mi tío Eduardo, obras de mi padre, eras, viñas y girasoles, estaba de aprendiz-dependiente en la mayor tienda-bazar de Villarejo (Tomas y Conversión) y al anochecer el desfile de mujeres y la asamblea que allí se formaba daba para muchos historias e historietas si tenias el oído afinado y la imaginación abierta.

Me hubiera gustado mucho poder haber sido mas exacto y certero, pero..... mi edad entonces.

Un afectuoso abrazo.