¡Hola Eduardo!
A tí he decidido contestarte desde esta foto en la que reinan los buenos deseos y la camaradería.
Claro que estoy contenta con que hayas hecho esa recopilación de cuentos y poemas, más que por mí por tí que al fin de cuentas tú eres su creador y el dueño de ellos. Corrías el riesgo si le entrara algún virus en tu ordenador quedarte sin ellos y sin poder rescatarlos. Por tanto me alegra que estén a buen recaudo en tu casa ya impresos en papel.
El día de San Jordi estuve en Barcelona viendo el ambiente y la firma de libros. Iba mirando en los distintos están por si acaso te encontraba en alguno de ellos firmando libros. No te vi ja, ja, ja, debe de ser que tenias otro horario distinto al que yo fui.
A quien si vi y me lleno de gran alegría fue a Miguel Ángel Revilla al cual admiro y tengo aprecio aun sin conocerle. Me sorprendió mucho porque nada más salir de la boca del tren en Paseo de Gracia, ahí estaba él delante de mis ojos y el año pasado lo busqué por todas partes y no lo encontré. A ver si el año que viene Eduardo me pasa igual contigo que nada más salir del tren, te encuentre a ti firmando tú último libro.
Abrazossssssssss
Saludos: Dulcinea.
A tí he decidido contestarte desde esta foto en la que reinan los buenos deseos y la camaradería.
Claro que estoy contenta con que hayas hecho esa recopilación de cuentos y poemas, más que por mí por tí que al fin de cuentas tú eres su creador y el dueño de ellos. Corrías el riesgo si le entrara algún virus en tu ordenador quedarte sin ellos y sin poder rescatarlos. Por tanto me alegra que estén a buen recaudo en tu casa ya impresos en papel.
El día de San Jordi estuve en Barcelona viendo el ambiente y la firma de libros. Iba mirando en los distintos están por si acaso te encontraba en alguno de ellos firmando libros. No te vi ja, ja, ja, debe de ser que tenias otro horario distinto al que yo fui.
A quien si vi y me lleno de gran alegría fue a Miguel Ángel Revilla al cual admiro y tengo aprecio aun sin conocerle. Me sorprendió mucho porque nada más salir de la boca del tren en Paseo de Gracia, ahí estaba él delante de mis ojos y el año pasado lo busqué por todas partes y no lo encontré. A ver si el año que viene Eduardo me pasa igual contigo que nada más salir del tren, te encuentre a ti firmando tú último libro.
Abrazossssssssss
Saludos: Dulcinea.