Para muchos habrá pasado desapercibido, e incluso no se le de mayor importancia . Pero en un
pueblo pequeño, donde los lugares de
reunión son escasos, la desaparición de uno de estos centros deja atrás muchas cosas. Muchos días de
fiesta, donde el alborozo rezumaba en las paredes; donde llegabas y veías, o esperabas ver a este o aquel, personas que conoces más allá de donde alcanza tu imaginación, y con los que compartias unos bonitos ratos de ocio. Yo no soy mucho de frecuentar estos locales, pero
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