Me entero al leer el comentario anterior de que el rana ha cerrado. Tienes razón, con su cierre desaparece también una parte de nuestra historia, muchos buenos recuerdos y ratos compartidos y, sobre todo, un lugar de reunión, donde poder ver a la gente del pueblo, echar la partida o charlar un rato con cualquiera, algo que cada vez se nos hace más difícil a los que vamos de uvas a peras.