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Nací en Madrid un 26 de julio de hace muchos años. En agosto mi madre me llevó por primera vez a Vindel. Muchos años después encontré, en la casa de mis abuelos, ya en ruinas, una carta de mi padre, muerto años atrás, comunicando a mis abuelos la noticia de mi nacimiento.
Vindel pertenece, a pesar de la distancia y los años, a mi vida junto con las imágenes de las cosas y el recuerdo de las personas. Ängeles, Bienvenida, mariano, Alejo, María la Pequeña, el Tío Conejo, el Tío Dionisioforman parte de un universo mágico trenzado un poco con el recuerdo y un mucho con la imaginación.
Los huertos, el ojo la higuera, las piedras del Val, la Virgen de la Bienvenida, el lugar del río dónde lavaban las mujeres, el paso cansino de los machos , las historias de los viejos cerca de la lumbre relatando historias con un vino en la mano, la luz mortecina de los candiles, las viejas con sus vestidos negros y sus pañuelos en la cabeza, las heras, el trillo, el motor de la aventadora, la matanza, Mariano el pregonero, el pan con miel en la puerta de una mujer mayor, buena y dulce.Vindel.
Vindel pertenece, a pesar de la distancia y los años, a mi vida junto con las imágenes de las cosas y el recuerdo de las personas. Ängeles, Bienvenida, mariano, Alejo, María la Pequeña, el Tío Conejo, el Tío Dionisioforman parte de un universo mágico trenzado un poco con el recuerdo y un mucho con la imaginación.
Los huertos, el ojo la higuera, las piedras del Val, la Virgen de la Bienvenida, el lugar del río dónde lavaban las mujeres, el paso cansino de los machos , las historias de los viejos cerca de la lumbre relatando historias con un vino en la mano, la luz mortecina de los candiles, las viejas con sus vestidos negros y sus pañuelos en la cabeza, las heras, el trillo, el motor de la aventadora, la matanza, Mariano el pregonero, el pan con miel en la puerta de una mujer mayor, buena y dulce.Vindel.