Desde el principio quiero ser respetuoso con los comentarios y opiniones que pueda verter y por ello pedir disculpas anticipadamente a quien pudiera sentirse afectado por alguno de ellos, dadas las susceptibilidades que leo.
Nos estamos planteando el proyecto de urbanización como un asunto banal, de corrillo, de comadres a la puerta de Morillas esperando que llegue el pan, aunque por lo menos, desde este foro algo ya se mueve, y eso ya es importante, y comparto algunas opiniones como el comentario realizado por “uno más de casa” sobre la oportunidad e importancia del proyecto y por “alguien del pueblo” sobre las consecuencias de una macrourbanización para el entorno.
Efectivamente, un proyecto de esta envergadura tiene unas connotaciones positivas y otras negativas, pero lo que no puede imponerse es el rechazo inmediato, sin estudiar todas las posibilidades, poner en la balanza qué ventajas puede traer y que inconvenientes se pueden generar, y las conclusiones de ese estudio exponerlas, clara y meditadamente al pueblo para que lo conozca y se pronuncie con toda la información necesaria.
Todo proyecto de este tipo requiere un tiempo de análisis, ver los pros y contras, y un período de negociación. Es decir, hemos de conocer realmente en qué consiste la oferta, y el pueblo habrá de plantear qué condiciones pone en esa negociación, para que al final, como en todo tipo de negocio, las partes se pongan o no de acuerdo.
En ese paquete de demandas por parte del pueblo caben todas, las cuales habrán de negociarse con la otra parte, y si se aceptan por lo promotores pues miel sobre hojuelas y si no habrá que ver hasta donde se llega en dicha negociación y luego queda lo más importante decidir.
Hay un comentario por ahí que duele, referente a que los de Mariana son más listos que nosotros, porque ellos acuden con un Abogado y pueden sacar más. Este tipo de comentarios son los que hay que desterrar, porque son opiniones gratuitas, sin fuste.
Es necesario, analizar en qué situación estamos, sólo se ha ofrecido una información mínima, por lo menos eso es lo que yo conozco, un documento sin contenido jurídico, no vinculante para la promotora que contiene eso si muchas buenas declaraciones de voluntad pero nada más, y luego por nuestra parte, dos reuniones, en un foro inadecuado y no suficientemente preparado (la Junta) para conocer y negociar un convenio que puede tener una trascendencia histórica para el pueblo.
Por todo ello, considero que debería replantearse todo el proceso para no equivocarnos y que podría ser el siguiente:
1. Requerir a la promotora una oferta en condiciones, es decir, una oferta vinculante, con todas las variables que la promotora quiera ofertar, en la que se detallen los elementos más importantes para que pueda ser valorado adecuadamente (proyecto de urbanización, declaración de impacto ambiental, designación de espacios afectados, estudio de precios de mercado de la zona, indicación de obtención de recursos e infraestructuras como agua, luz, carreteras, autorizaciones administrativas para la ejecución, estudio del impacto económico del mismo en cuanto a previsión de inversiones, compromiso de generación de puestos de trabajo, póliza de seguros, etc.
2. A la vista de dicha oferta, habrá que analizar qué intereses son los afectados (tengo entendido que afecta tanto a monte comunal como a determinadas fincas privadas) por lo que se requiere un censo detallado de todos y cada uno de los propietarios afectados, para que una vez obtenido este, pueda nombrarse una Comisión, debidamente asesorada por algún experto tanto en temas económicos como jurídico, que lleve el peso del estudio de la oferta, la debida comunicación a los propietarios y la preparación de una contraoferta a presentar a la promotora, aprobada por los propietarios, que sirva de arranque al proceso de negociación que habría que mantener con la necesaria obligación de informar del grado de avance de la misma.
3. Sería conveniente en este punto sondear la postura de los otros dos pueblos (Villalba y Sotos) a fin de intentar presentar una contraoferta común, si es posible, si no fuera así, previa decisión de los propietarios, se podría intentar la contraoferta particular.
4. Una vez, puestas sobre la mesa la referida oferta de la promotora y contraoferta de los propietarios, con todos los datos en la mano, será el momento de valorar y aprobar si es o no adecuado adoptar una decisión de especial trascendencia para el pueblo.
Efectivamente, todos deberían participar en el conocimiento y aprobación o no de una decisión que ineludiblemente va a tener una gran trascendencia para el pueblo.
Saludos.
Nos estamos planteando el proyecto de urbanización como un asunto banal, de corrillo, de comadres a la puerta de Morillas esperando que llegue el pan, aunque por lo menos, desde este foro algo ya se mueve, y eso ya es importante, y comparto algunas opiniones como el comentario realizado por “uno más de casa” sobre la oportunidad e importancia del proyecto y por “alguien del pueblo” sobre las consecuencias de una macrourbanización para el entorno.
Efectivamente, un proyecto de esta envergadura tiene unas connotaciones positivas y otras negativas, pero lo que no puede imponerse es el rechazo inmediato, sin estudiar todas las posibilidades, poner en la balanza qué ventajas puede traer y que inconvenientes se pueden generar, y las conclusiones de ese estudio exponerlas, clara y meditadamente al pueblo para que lo conozca y se pronuncie con toda la información necesaria.
Todo proyecto de este tipo requiere un tiempo de análisis, ver los pros y contras, y un período de negociación. Es decir, hemos de conocer realmente en qué consiste la oferta, y el pueblo habrá de plantear qué condiciones pone en esa negociación, para que al final, como en todo tipo de negocio, las partes se pongan o no de acuerdo.
En ese paquete de demandas por parte del pueblo caben todas, las cuales habrán de negociarse con la otra parte, y si se aceptan por lo promotores pues miel sobre hojuelas y si no habrá que ver hasta donde se llega en dicha negociación y luego queda lo más importante decidir.
Hay un comentario por ahí que duele, referente a que los de Mariana son más listos que nosotros, porque ellos acuden con un Abogado y pueden sacar más. Este tipo de comentarios son los que hay que desterrar, porque son opiniones gratuitas, sin fuste.
Es necesario, analizar en qué situación estamos, sólo se ha ofrecido una información mínima, por lo menos eso es lo que yo conozco, un documento sin contenido jurídico, no vinculante para la promotora que contiene eso si muchas buenas declaraciones de voluntad pero nada más, y luego por nuestra parte, dos reuniones, en un foro inadecuado y no suficientemente preparado (la Junta) para conocer y negociar un convenio que puede tener una trascendencia histórica para el pueblo.
Por todo ello, considero que debería replantearse todo el proceso para no equivocarnos y que podría ser el siguiente:
1. Requerir a la promotora una oferta en condiciones, es decir, una oferta vinculante, con todas las variables que la promotora quiera ofertar, en la que se detallen los elementos más importantes para que pueda ser valorado adecuadamente (proyecto de urbanización, declaración de impacto ambiental, designación de espacios afectados, estudio de precios de mercado de la zona, indicación de obtención de recursos e infraestructuras como agua, luz, carreteras, autorizaciones administrativas para la ejecución, estudio del impacto económico del mismo en cuanto a previsión de inversiones, compromiso de generación de puestos de trabajo, póliza de seguros, etc.
2. A la vista de dicha oferta, habrá que analizar qué intereses son los afectados (tengo entendido que afecta tanto a monte comunal como a determinadas fincas privadas) por lo que se requiere un censo detallado de todos y cada uno de los propietarios afectados, para que una vez obtenido este, pueda nombrarse una Comisión, debidamente asesorada por algún experto tanto en temas económicos como jurídico, que lleve el peso del estudio de la oferta, la debida comunicación a los propietarios y la preparación de una contraoferta a presentar a la promotora, aprobada por los propietarios, que sirva de arranque al proceso de negociación que habría que mantener con la necesaria obligación de informar del grado de avance de la misma.
3. Sería conveniente en este punto sondear la postura de los otros dos pueblos (Villalba y Sotos) a fin de intentar presentar una contraoferta común, si es posible, si no fuera así, previa decisión de los propietarios, se podría intentar la contraoferta particular.
4. Una vez, puestas sobre la mesa la referida oferta de la promotora y contraoferta de los propietarios, con todos los datos en la mano, será el momento de valorar y aprobar si es o no adecuado adoptar una decisión de especial trascendencia para el pueblo.
Efectivamente, todos deberían participar en el conocimiento y aprobación o no de una decisión que ineludiblemente va a tener una gran trascendencia para el pueblo.
Saludos.