Desde entonces el enclave ha subsistido gracias al tráfico de la zona. Pero todo puede cambiar tras la subasta. Además, las propietarias aseguran que en el arroyo todavía algún afortunado puede encontrar pepitas de oro.
Pepitas de oro en el arroyo
El pueblo fue un enclave perfecto para la búsqueda de oro en el siglo XIX. Durante varias décadas se estuvieron explotando las minas del lugar, pero llegó un momento en el que este preciado metal se agotó y el pueblo empezó a decaer.
Fiebre del Oro
Y es que las propietarias Julie y Daphne Fletcher, madre e hija, quieren llegar a la cifra de medio millón de dólares después de haber rebajado el precio millón y medio de dólares, que era la cifra de mercado de hace dos años.
¿Llegarán al medio millón?
Hasta el momento la oferta más alta es de 359.000 dólares, unos 273.000 dólares. Pero el precio sube día a día.
Puja actual
¿Y qué se puede hacer con el pueblo? Pues explotarlo turísticamente. Los expertos aseguran que la viabilidad está garantizada ya que el enclave más próximo está a 24 kilómetros. Además por esa carretera circulan hasta 10.000 coches diarios.
¿Y qué incluye este pueblecito del Lejano Oeste? Pues una tienda abierta en 1898, una estación de servicio bastante reciente -inaugurada en 2006-, el Wauconda Café & Spaghetti Saloon -con capacidad para 60 personas- o una oficina de correos.