Se cree que si la cola de una vaca apunta hacia el oeste el tiempo será bueno; si apunta hacia el este puede que no lo sea tanto... Aunque parezca una tontería, es cierto que algunas investigaciones sugieren que los animales tienden a volverle la espalda al viento para aumentar la probabilidad de captar el olor de un depredador que se acerque por detrás, lo que le da más sentido a esta teoría popular.