El gran descubrimiento del telescopio, según algunas
fuentes, se adjudica a un aprendiz del maestro fabricante de lentes Hans Lippershey (1570-1619), quien aprovechando la ausencia del maestro, jugando con las lentes consiguió una mezcla con las mismas que permitía ver las cosas mucho más cerca. A la vuelta del maestro, se lo hizo saber y este, embutió dichas lentes en un tubo opaco, inventando así el telescopio.