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ALBARES (Guadalajara)

flor malvareal
Foto enviada por J.A

Mientras rellenabas los papeles para alquilar un coche no te diste cuenta de que había un par de personas vigilándote a ti y tus posesiones. Una vez dentro del coche y cuando apenas llevas unos metros, te paras en un semáforo. Y escuchas un ruido, un reventón de una de tus ruedas.
El pinchazo
Te da una tarjeta escrita en tu idioma donde te explica mejor por qué necesita de tu ayuda. Mientras te llora desconsoladamente -lo que capta tu atención-, otro cómplice se acerca a ti para robarte lo que pueda sin que te des cuenta, desde la cámara a la cartera.
El siguiente timo se ha detectado en las inmediaciones de la torre Eiffel, pero puede darse en cualquier ciudad. Un mendigo comienza a contarte las penurias de su vida y por qué necesita el dinero.
La historia del mendigo
También le informan al turista de que la ley obliga a contratar un mínimo de siete noches de alojamiento, nunca menos.
Tanto en el aeropuerto de Tailandia como en las calles de la ciudad proliferan personas uniformadas que se hacen pasar por agentes de la Autoridad Turística. Captan al turista perdido y le llevan a una "agencia gubernamental" de pega donde le recomiendan contratar actividades y tours turísticos.
Oficiales que no lo son
Alguien se acerca corriendo a ayudarte a limpiarte. Mientras tú comentas la jugada o miras al cielo buscando al culpable, la persona que te limpia la espalda aprovecha para limpiarte también el bolsillo.
Este robo es de los más clásicos, aunque tiene muchas variantes. Puede ser un chorro de ketchup lanzado desde una ventana -en Ecuador- o un excremento de un pájaro lo que cae en tu espalda.
Agua vaaaa
Una vez que le has pagado, él te da el bono, pero cuando le ves correr te mosqueas y, al mirar el ticket, verás que has pagado un dineral -lo que vale el pase semanal- por un billete de un sólo uso, que es el que te ha dado.
Timo muy frecuente en el metro de París. Alguien se ofrece al turista a ayudarle a sacar un bono de 7 días en la máquina automática. Pero la tarjeta del turista misteriosamente no funciona, así que el alma caritativa se ofrece a pagar con su tarjeta y tú se lo devolverás en efectivo.
Billete de metro
El supuesto ladrón comienza a quitarse ropa para demostrar su inocencia. Y mientras tú estás embobado viendo como se quita la ropa, alguien se dedica a desplumarte y quitarte todo lo que llevas en los bolsillos.